El mes no será para nada halagüeño, los influjos planetarios comenzarán siendo neutros para tornarse cada vez más negativos. Júpiter hostigará a Acuario en este período, empujará fácilmente a los excesos y a la exageración. El Aguador exigirá demasiado de la vida, querrá gozar a pleno de todas las satisfacciones que se le presenten en su camino. El abuso de la comida y de la bebida perturbará su salud; la tensión arterial aumentará considerablemente; el peligro de engordar estará latente en esta etapa. No permita que su dignidad y su orgullo se conviertan en una altivez desmesurada.

A partir del 20, Mercurio formará oposición intensificando en forma excesiva su autosuficiencia, eso le ocasionará graves problemas dentro de sus actividades profesionales. A estos malos aspectos se le debe sumar la posición de Saturno, el cual lamentablemente debilitará su voluntad y deprimirá su estado de ánimo. Si se deja llevar por las influencias planetarias prevalecientes se tornará un ser sombrío y pesimista, características para nada acuarianas. En el amor tampoco le irá demasiado bien, sentirá que la suerte y que su atrayente personalidad uraniana le abandonaron.

Tomará una tendencia multifacética que desorientará a su pareja y a quienes le conocen en profundidad, por momentos se mostrará dulce y sociable, pero en otros la obstinación y la rebeldía serán más fuertes, agriando notablemente su carácter. La mejor táctica que puede adoptar para enfrentar las disonancias planetarias sería no emprender nada que salga demasiado de la rutina, evitar hacerse notar Si se mantiene en la sombra y logra esperar pacientemente que las nubes tormentosas pasen, superarán esta mala etapa con mayor facilidad. Trate de comenzar alguna actividad física, si es al aire libre mejor, eso le ayudará a aclarar sus ideas y a mirar la vida con otra óptica.